Un óptico-optometrista es un profesional de la salud que previene, detecta y soluciona problemas del sistema visual. Para ello es importante que no solo se estudie la refracción del paciente (si necesita graduación) sino que, además, se exploren el resto de habilidades visuales y cómo el sistema visual se relaciona con el resto de sistemas (sensoriales, vestibular y motor).

Hay que tener en cuenta,  la integración de la visión con el resto de sentidos, ya que un niño (y adulto), no es unos ojos por un lado, unas orejas por otro, una lengua por allá y unas manos por aquí. A la hora de la verdad, necesitamos una integración de toda la información para entender de forma real y lo mejor posible el mundo que nos rodea. Si te digo la palabra, fresa, deberías de poder imaginarla, saber que olor tiene, qué tacto, qué gusto y que sonido hará si se cae al suelo.

Por otro lado, la visión guía nuestro movimiento, antes de cualquier movimiento motor se realizan varias cosas a nivel visual. Nuestra visión periférica nos indica dónde está el objeto con el que queremos interactuar, nuestros dos ojos lo fijan (movimientos oculares y fijación), convergen hasta ese punto (binocularidad), lo aclaran (enfoque), procesamos lo que vemos (percepción visual) y entonces nuestro sistema motor actúa de la forma conveniente.

Sabiendo ahora todo esto, no nos extrañará  que es el sistema que más información del exterior aporta al cerebro, un 80% de la información que procesa nuestro cerebro es visual o tiene que ver con la visión, y que SOMOS SERES VISUALES.

El trabajo del optometrista, como ya he mencionado anteriormente, será prevenir, detectar y solucionar problemas en el sistema visual. La clave está en la prevención, pero desgraciadamente no se le realiza una exploración visual adecuada a nuestros hijos en ningún momento a no ser que ya haya un síntoma que nos haya llamado mucha la atención. La optometría y el trabajo de los optometristas es muy desconocido y necesitamos aún muchísima divulgación para que todo el mundo tenga en cuenta la importancia de la visión.

En terapia visual utilizamos la mesa de luz con los mismos fines que pedagógicamente, para poder desarrollar las diferentes habilidades de percepción visual. Gracias a ella podemos trabajar desde la curiosidad, emoción, motivación… durante más tiempo y mejor concentración en las actividades propuestas. 

También nos ayuda a trabajar la binocularidad, nuestro cerebro “suprime” la imagen que le proporciona un ojo y con la ayuda de ciertos filtros en algunos juegos obligamos a que no lo haga, la luz proporcionada por la mesa de luz hace que al cerebro le sea aún más difícil suprimir ese ojo. Estos ejercicios son claves para trabajar ambliopías (ojo vago) y estrabismos.

Actualmente se habla mucho de la luz azul y sus consecuencias en el ojo humano, es un tema importante, ya que la mesa de luz está hecha con LEDS, que tienen un pico en la frecuencia de los azules. La pregunta sería ¿es bueno trabajar con ella? Para empezar, es bueno que se sepa qué es la luz azul. La luz azul forma parte del espectro de luz visible, tiene una longitud de onda entre 400-495 nm, corta (por lo que es más potente y oxidativa que el resto de luz visible para el ojo humano). Dentro del espectro electromagnético, la luz visible ocupa una porción muy pequeña de este. Cuanto más a la izquierda del espectro electromagnético, las ondas son más cortas y potentes. Hay que tener en cuenta la distancia del elemento que nos está emitiendo esta luz y que en los dispositivos miramos las luces de forma directa, al sol no.

Siempre se habla de los inconvenientes de la luz azul pero muy poco de sus ventajas. La luz azul mejora el rendimiento, la capacidad de aprendizaje y memorización de las personas. Entonces, ¿por qué no la usamos todo el día? Para empezar, porque afecta el ciclo del sueño, así que estar expuesto a luz azul en horas no adecuadas puede hacer que te cueste más conciliar el sueño y además que tu descanso sea peor (sin hablar de otros efectos metabólicos colaterales) por otro lado, está demostrado que el uso de distancias cortas y luz artificial está haciendo a nuestra sociedad cada vez más miope, que haya más fatiga y estrés visual.

Algunos estudios hablan de que la luz azul afecta a las células de la retina en ojos de animales ya que tienen un efecto tóxico sobre esta, sin embargo, no está demostrado en humanos.

Así que, dicho esto, la mesa de luz aporta muchísimos beneficios sobre el aprendizaje, pero como en todo, hay que tener una serie de precauciones.